Gratuidad del texto

Escríbelo. Escríbelo de todos modos. Escríbelo como si finalmente nada hubiera por decir.

Juan Calzadilla

jueves, 25 de noviembre de 2010

no te lo voy a repetir

Poesías ganadoras del concurso literario 2010 / Daniela Loveiras

I

Desde la reja que se desvanece con la velocidad del sonido

Observo las gotas caer

Me revuelven mi estómago

Con sentimientos melancólicos

Las velas se consumen

Logrando un equilibrio perfecto

Entre excitación y tranquilidad

Se apagan…

Se apagan…

…murieron…


II

La cera de la vela se derrama

Creando un ambiente perfecto

Yo sentando en medio del bien y el mal

Enfrente

Una puerta de cristal que refleja mi imagen

Siniestra y fúnebre

Todo fluye bajo un flujo de extrema tranquilidad

Y yo…

Solo me pregunto una cosa…

¿Se me estará quemando el pelo?

II

Entre los muros te espero

Solamente cumplo lo prometido

¿Cuándo llegará la hora de tener belleza eterna?

Ángel de las alas transparentes

Que en envuelven día a día

Y cabellos de oro

Que son el sol y la luz de mis ojos

Ya llega la hora…

Mención especial del jurado 2010 / Franco Lo Gullo

Dios solitario

Quisiera presentarme pero me temo que no se mi nombre, pero si sé esto, yo soy un dios. Pero no cualquier dios, yo soy mi propio dios, mi creador y el creador de todo y nada. Yo gobierno en mi propio mundo, yo lo creé y solo yo lo habito; un mundo blanco echo de luz y materia. De vez en cuando veo algunos destellos negros cuando miro arriba, pero solo duran unos instantes. No se como hice para no asustarme y tomármelo con calma, pero lo hice de todos modos.

No se como pasa el tiempo desde que estoy acá, así que empecé a medirlo con esos instantáneos destellos negros, y empecé a notar que nunca duraban lo mismo. Cuando notaba que un destello duraba aproximadamente 2 segundos, el siguiente duraba 4 segundos, y cada vez duraban más. Así que esos destellos negros se convirtieron en noches instantáneas.

Pasaron las noches y seguía pensando en que hacer, hasta ahora solo me había creado a mi y a este solitario mundo, lo que necesitaba era compañía. Necesitaba a alguien con quien poder convivir, con quien poder pasar un buen rato riendo y charlando de lo que sea. Así que pensé en crear a una persona, me concentré y pensé cuidadosamente hasta el último detalle; el pelo, las manos, la cara, etc. Pero lo que no había pensado era su sexo, así que decidí que fuera una mujer, una hermosa mujer con la que podría divertirme por horas charlando de lo que fuese, pero no pude; lo que me pareció extraño por que, al haberme creado a mi no entendía por que no podía crear a alguien más .

Pasaron las noches y yo seguía intentando pero no daba resultado, cada vez me concentraba más pero era en vano; ya que todos los intentos eran nulos.

No sabía con exactitud, pero debieron haber pasado alrededor de 27 meses desde que traté de crear a alguien para que me haga compañía. Solo los destellos eran mi pasatiempo y parecía que iba a pasar una eternidad en este mundo, pero; al cabo de aproximadamente 30 meses escuché una voz.

Al principio me asusté, pero con el tiempo me fui relajando y me pareció escuchar a una mujer, llorando desaforadamente. La escuchaba llorar por noches y me empezaron a surgir muchas dudas; de donde venia el llanto, quien era, por que lloraba, etc. Hasta que una noche, el llanto de la mujer paró y, de repente me empecé a sentir extraño, sentía que las noches casi no terminaban y yo me empezaba a desvanecer de a poco.

Cuando salió unos de los últimos destellos de luz que ví; me empecé a desmaterializar. De a poco, empecé a mover las pestañas; y sin darme cuenta, abrí los ojos, desperté en una camilla de lo que parecía un hospital con una mujer al lado mío llorando frenéticamente. Al parecer yo solo tengo 13 años, la mujer era mi madre y, desafortunadamente tuvimos un choque de autos. Desde entonces, estuve 3 meses en coma, los doctores dijeron que tuve suerte de despertar y que tengo amnesia postraumática.

Todo empezaba a tener sentido; el no poder recordar mi nombre; cuando o como había llegado a ese solitario mundo; etc. Todas esas incógnitas se habían respondido en unos cuantos minutos gracias a la paciencia de los doctores y de mi madre.

Tendré que esforzarme para responder tanto a sus preguntas como a las mías.

El fin

escenas de la vida tallerística I

En el taller

Mención especial del jurado 2010 / Guadalupe Mejuto

I ciechi bella

Hace dos años que todo es oscuro, literalmente. Hace dos años después de aquel horrible accidente de autos, lo que siempre llevo conmigo son esos viejos anteojos de sol. Hace dos años que nunca dejo que nadie vea mis ojos, nadie. Hace dos años que un bastón me guía en vez de mis ojos. Hace dos años que mis ojos marrones portan con unas horribles cicatrices.

Supe que había quedado ciega el día que desperté en el hospital, resulta que fui la única que se vio dañada luego del accidente, mi hermano mayor y mi papá no sufrieron ningún daño que no se sanara a los días; recuerdo mi ultima imagen, una sucia bandera del bicentenario en aquella calle poco poblada.

Estuve días sin hablar, en “depresión”, pero luego tome todo con un cierto toque humorístico. Nunca lloro ya que, ¿De que sirve? Eso no soluciona nada. Sueño imágenes, en blanco y negro. Ya olvide los colores y las caras de la gente a la cual más amo.

Mi pasa tiempo era aunque sea algo ilógico e in entendible, pintar; yo pintaba todo el tiempo. No veo lo que voy a pintar, tampoco veo lo que ya pinte, Solo imagino lo que pinto y pinto lo que imagino.

Casi siempre me autorretrato, me tocó la cara y la veo (si es que se puede decir asi). Pinto solo en negro, ya que así es como yo veo las cosas.

También amo la playa, fui hace dos años, era lo que mas me gustaba hacer, ir sentarme en la arena caliente, sentir el viento con los ojos cerrados, ir al mar y sentir las gotas saladas en mis brazos, eso era los mas perfecto.

También me gustaba el italiano era una lengua tan diferente y agradable. Además era algo en común con mi nonno.

Oí un susurro, era mamá:

-¿Listos?- les murmuró. No estaba sola

- 1, 2…- eran 4 personas, los pasos los delataban.

-Ya los escuche- me levante palpando la cama para no caerme- el año que viene hablen mas bajo.

-¿Por qué escuchas así y yo no?- dijo Martín, mi hermano menor.

Se notó claramente el silencio incomodo y las miradas matadoras a mi pequeño hermano.

Reí.

-Porque practique. Creo que tienen que practicar- le mentí y se escucho una clase de suspiro aliviado.

Mi hermano no sabía que al ser ciega mis otros sentidos mejoran para cubrir la falta de visión.

-Feliz cumpleaños, hija. Te quiero mucho.- mi mama me besó la frente. Yo no tenia la relación que me hubiese gustado tener con mi madre, pero es tarde para arrepentirse.

-Yo también, ¿Qué es?- mencione cuando sentí la bolsa entre mis dedos.

Sabía que estaban buscando una clase de expresión parecida a “mira” o “míralo vos misma”.

-Adivina- se arriesgo papá, y otro feo silencio.

-Jeje, ¿La abrís por favor?- le dije y extendí la mano buscando alguna tela.- Es… ah es rara… es ¿Algodón y algo más?- me arriesgue con mi regalo, era una camisa.

-Si si, algodón solo, es blanca - dijo Cristian, el mayor de los tres hermanos Termes.

Se escucho el ruido de la ventana de abajo al abrirse.

-¿Quién esta abajo?- pregunte, mi hermano mayor, Cris hecho una risita.

-¿Quiénes van a una casa ajena a decir “Feliz cumpleaños” a las nueve de la mañana un sábado?- respondió Cris de mala gana era mas que obvia la respuesta, mis abuelos.

Se oyeron dos pares de pies subiendo la escalera de madera.

Reí, sujeté la mano de mamá, sabía que era ella porque solo ella tenía las manos ásperas.

-¡Mi bebé cumple quince!- me abrazo tan fuerte que me quede sin aire, era la abuela no solo por su dulce voz sino también por el perfume que se pone para las fiestas.

- Abuela…- me soltó y se me quedo mirando a la cara, lo presentí.

Toque su cara feliz para recordarla, se sentía como la última vez, pero su sonrisa iba desapareciendo por la densa melancolía; como odio a ese sentimiento.

Sentí la colonia del abuelo.

- Abuelo ¿No me vas saludar?- le sonreí.

-Mia bella principessa- Dijo mi abuelo en italiano, en otras palabras “mi bella princesa”

- ¡Nonno!- le respondi y el me beso la mano.

-Feliz cumpleaños, il mio sole- [mi sol] tenia un asentó italiano encantador.

-Gracias, Nonno- le dije en italiano.

-¿Que querés hacer fiesta o viaje?- pregunto Cris cuando lo pintaba luego de tocarle la cara.

-Nada- le respondí, se sintió sorprendido- Operación.

-¿Qué?, ¿De qué hablas?- preguntó confuso.

-Con la plata que no vamos a gastar, quiero que me operen.- dije.

- No creo que se pueda.

-¿Por qué me tiras para abajo?¿Por qué no me dejas que piense que esto es solo una horrible etapa que con el tiempo se va a pasar?- dije y deje el pincel en la mesa después de palparla.

-Porque no quiero que te iluciones- dijo Cris con su voz serena.

- No sabes nada, asi que con esa actitud negativa te vas a otro lado, toma ya esta- agarró el cuadro- no quiero pintar más.

-Odio cuando te pones así- murmuró Martín sentado en la silla de la esquina.

-Vos te callas- agarré el bastón y repasando el camino llegue hasta la puerta- se van ya, no los quiero ver más...- me di cuenta de lo que habia dicho, noté mi error y me callé.

-Mica...- mi hermano me agarro con suavidad de los hombros.

-Quiero estar sola- hice un movimiento y quité sus brazos de encima.

-Esta bien, vamos Martín- dijo y se escuchó la puerta cerrándose. Sentí la brisa y suspire.

Lo que más deseaba era ver de nuevo el sol, lo extrañaba, lo anhelaba, y celaba demasiado a quienes podían hacerlo.

El abuelo entro rápido, lo reconocí en sus pasos.

Che cosa è? Perché sei triste?- [¿Qué pasa?¿Por qué estas triste?], murmuró, se me sentó a mi lado.

Niente nonno, che devo essere triste perché il mio compleanno, ma un tocco di malinconia sempre-[Nada abuelo, ya se que es mi cumpleaños pero algo triste estoy.]

Perchè non riesci a vedere?-[¿¿Porque no podes ver?] Dijo el sabiendo la respuesta

Se-[si] me abrazó con fuerza.

Te voy a llevar a un lugar en el cual no necesitas el bastón para ver- dijo es español mi Nonno. Mi abuelo tenía un español excelente, pero como éramos muy unidos usábamos el italiano como nuestro idioma personal.

¿A donde?- le dije. Me gustaba mucho estar con el Nonno, el me miraba sin esa horrible pena, la cual todo el mundo poseía, yo podía sentir esas cosas; para él todo era exactamente igual que antes, era como si me hubiese cambiado el peinado; él era el que estaba menos tiempo atrás mío preguntándome si necesitaba algo o si quería ir a pasear, entre otras cosas, él había estado siempre, y yo para él también.

Vamos, i ciechi bella- me reí, [La hermosa ciega.] sonaba lindo; nadie antes me había dicho la palabra ciega mi familia intentaba omitirla.

Me subía a la camioneta, y noté que no estaba sola, mas de una respiración se oyó en el vehiculo. Reconocí los perfumes de las cosas, y de las personas.

-Perdón, no te tuve que haber tratado así, vos solo querías lo mejor para mi, ¿Me perdonas, Cris?- Un silencio se sintió, el no me respondió.

-¡Cris!- mamá lo retó.

-¿Por qué lo retas?- le pregunte, no entendí nada.

-¿No podes no ser tan malo con tu hermana?- le dijo ella.

-Mamá no entendés nada, él a mi no me hizo nada, todo lo contrario. Estoy muy harta de que me mimen, para omitir la idea de que soy ciega, siguo siendo la misma de antes, paren de tratarme como si fuera un bebe ¿Puede ser, o es mucho pedir?- Nadie contestó, ni la abuela, ni el Nonno, ni papá, ni mamá y menos que menos Cris.

Palpé la puerta y busqué el interruptor para bajar la ventanilla.

El viento me decía a donde íbamos; a la playa.

Me baje rápido fue difícil sin el bastón, pero hice lo que pude.

guardare a questo-[Mira esto]. Puse mi mano en su hombro, el Nonno pretendía guiarme.

Sentí una brisa que se llevó mis pelos

Entramos a un lugar hueco, una cueva. El me guío a uno de los extremos de ella y apoyó mi mano contra una pared, sentí al final los caracoles que estaban pegados en ella.

-¿Te acordás el abecedario?- Pregunto mi nonno Giovanni.

-Si- asentí con la cabeza.

Per la più bella cieco, non smetterà mai di sorridere, e lei è bella come un fiore ... Nonno Giovanni - [para la más linda ciega, la que nunca va a dejar de sonreír y que es bella como una flor... del abuelo Giovanni] comencé a llorar de la alegría.

-Gracias, Nonno, es muy importante para mi esto- toque su cara, aun se veía feliz.

Salimos de la cueva ambos callados, le dije por lo bajo:

-Quiero estar un rato sola - luego de una pausa- para pensar. Senti los pasos de el cuando se alejaba.

Me senté en la calida arena, al rato sentí que alguien se me acercaba, vacilaba sus pasos y al fin se sentó.

-Quiero que este todo bien, pero se supone que sabes que yo quiero le mejor para vos, no lo contrario- murmuro Cris.

-Perdón, otra vez- me estire para abrazarlo y el mal cálculo provocó mi caída, provocando que mis anteojos se salieran de su lugar. Me tapé los ojos y velozmente me puse a buscarlos exaltadamente, deseé que mi hermano no notara mi urgencia por tener los anteojos pero era obvio que él lo habia notado.

Estaba oscureciendo según mi familia, yo propuse jugar un juego, todos lo pensaron y al final aceptaron,

“¿una mancha?” pregunte y aceptaron. Papá era la mancha, el corría detras de mamá, me di cuenta por los risotadas que omitía, Cris corría adelante mio, yo lo seguía mientra me reía de los comentarios tontos que el hacia. Oí el sonido del agua y los pies de Cris juntos. Entre al agua después de el, el mar me chupaba, pero no estaba asustada, estaba con mi hermano, escuche un alarido de temor de mamá, “Micaela salí del agua”, “Mamá estoy en la orilla y con Cris, ¿podes parar con la inseguridad?” se escuchó una voz que me asusto, no por su tonada, si no porque noté que estaba sola “Mica, salí”. Sentí una ola fría en la espalda, el mar me chupaba más y más, dejándome sin fuerza para salir otra ola me golpeo, pero en la nuca, la caída de mi cuerpo provoco que me sintiera muy débil de tanto luchar. Bajo el agua no sabia hacia adonde nadar, hacia adonde estaba la superficie, fue ahí cuando cerré los ojos.

Desperté, en un lugar vacío, sin nadie en comparación de cómo estaba antes, era mi lugar favorito; era la bella y larga playa con todas sus bellezas, pero sin ninguno de sus defectos; el sol se reflejaba cuando al fin muy ignorantemente noté que podía ver; era tan bello como lo recordaba, observé el paisaje solo en blanco y negro; hice una vuelta entera y miré a la lejanía una pequeña cueva, se veía vieja y gastada, tenía rastros del oleaje que la azotaba cuando subía la marea. Encamine hacia la cuevita. Entré y la exploré, era más chica que lo que suponía, tenía algo extraño en una de las paredes tenia algo extraño, era mas que obvio que no era nada natural aquello, alguien lo habia pegado. Decía muy claro ahí:

Per la più bella cieco, non smetterà mai di sorridere, e lei è bella come un fiore ... Nonno Giovanni.

Lloré al recordar cuando leí esto por primera vez, lloré al recordar a mis hermanos, lloré también por mi abuela y por mis padres, pero sobre todo lloré por recordar a mi mejor amigo, a mi nonno, el que siempre estuvo ahí, no porque tenía que estar, sino porque quería estar. Lloré por lo recuerdos que me golpeaban velozmente, recordé mi mirada perdida cuando era ciega, recordé la textura de mi pincel, la voz Sueve de mama, esas cosas que nunca me habia fijado.

Salí y contemplé la playa una vez más y me dije “¿Que tiene de maravilloso? Es solo arena y agua, es muy aburrido sin alguien con quien compartirlo, sin alguien con quien disfrutar, era feo estar sola, algo que nunca habia notado.”

Aveces sueño con aquella sucia bandera del bicentenario y despierto, espero que alguien venga pero mi, intento escuchar un ruido, pero se muy bien que nadie lo va a venir por mi; porque yo ya estoy muerta.